57-0922E Hebreos, capítulo siete, parte dos
Y este Melquisedec no era Jesús, porque Él era Dios. Y lo que hace a Jesús y a Dios diferentes, es que Jesús fue el Tabernáculo en el que Dios habitó. ¿Ven? Ahora, Melquisedec… Jesús tuvo ambas cosas, padre y madre, y este Hombre nunca tuvo padre, ni madre. Jesús tuvo un principio de vida y Él tuvo un fin de vida. Este Hombre no tenía padre, ni madre, ni principio de días, o fin de vida; pero era la misma Persona. Era que Melquisedec y Jesús eran Uno; pero Jesús fue el cuerpo terrenal, nacido y fue hecho pecado: El propio cuerpo de Dios; Su propio Hijo nació y se hizo pecado para quitar el aguijón de la muerte, para pagar el rescate, y para recibir hijos e hijas para Él mismo.