Una mujercita, y aun de mala fama, probablemente excomulgada de toda iglesia de la ciudad, pero ella le creyó a ese mensajero. Y ese mensajero dejó la señal, la indicación, y Dios honró la señal.
Dios no mira a los miembros. Él está buscando carácter, donde Él pueda poner Su Palabra en alguien que Le crea.
Nada anda mal. Todo va a salir bien. No tengan miedo. El tictac del gran reloj de Dios marcha bien. Ella estará allí, Él tendrá una Iglesia sin mancha ni arruga. Ella estaba en Su pensamiento. El asunto es: ¿Estaré yo incluido Allí?, ¿estará Ud. Allí?
Hay un Hombre aquí que puede encender las Luces. Él, Él es Jehová-jireh. ¿Ven? Hay un Hombre aquí, que está entre nosotros esta noche, el Espíritu Santo, Él puede encender las Luces.
¡Probado por el tiempo! Pruebas, problemas, sacudidas y jalones, son sólo para encontrar las burbujas de aire en Ud., para ver si están allí. Es Dios sacudiéndolo y probándolo a Ud.
Acabamos de publicar los mensajes para el mes de febrero. ¡Son dos sermones maravillosos con cuestionarios que pondrán a prueba cuánto recuerdan de lo que escucharon!
¡Cub Corner publicó un video nuevo en español! ¡Conoce a Holly y a Molly en el último video de Nuestro trabajo en VGR!
¡Publicamos un video nuevo en la página de Cub Corner! ¡Acompañen a Happy y el Abuelo en un recorrido por JEFFERSONVILLE!
Hace poco, se registraron en YF decenas de jóvenes de 11 países: Estados Unidos, México, Filipinas, Colombia, Rusia, Congo, República Democrática del Congo, Guyana, Trinidad y Tobago, Camerún e India. ¡Bienvenidos a Young Foundations!
Comentarios del artículo “Still Waters, algo especial”: Pude sentir la Presencia del Señor. Me parece que fue durante el tercer campamento cuando recibí el bautismo del Espíritu Santo al escuchar el mismo sermón que los jóvenes en Still Waters. Fue una experiencia maravillosa que se prolongó por días y hoy la perdurable Presencia del Señor sigue morando en mi interior. Australia
Una madre nos envió esta linda fotografía, de lo mucho que su hijo disfruta el libro La madre zarigüeya. Es tan dulce que tuvimos que compartirla.