Un testimonio de Still Waters: mi primera estrella fugaz

Los testimonios de los campamentos de Still Waters siguen llegando en abundancia ¡y sabemos que nunca cesará lo que Dios hace por Sus hijos! Cuando leemos testimonios como este, nos sentimos muy orgullosos y agradecidos de ser Cristianos, y sencillamente nos asombra la fe que Dios está incrementando entre los jóvenes. 

Querido Young Foundations:

Me gustaría compartir un testimonio breve de la gracia que me mostró el Señor durante el campamento. 

Empecé a usar gafas a los dos años y siempre sufrí de problemas visuales. Padecía de miopía severa, ambliopía y astigmatismo (en un ojo). No podía ver en la oscuridad, observar las estrellas ni nada; además, perdí la percepción de profundidad, lo cual me entorpeció en muchos aspectos.

Como dos meses antes de ir al campamento, mi vista empezó a empeorar. Unas dos semanas antes, me puse a orar por lo que quería recibir del Señor, y mi sanidad encabezaba la lista.

El lunes, en el campamento, entré al centro de bienvenida con la visión borrosa y un poco temblorosa, pero con la certeza de que el viernes no saldría así. En el trascurso del día mi visión no mejoró hasta esa noche, durante la cena. El Hermano Joseph nos anunció a todos que teníamos una cita con Jesús y qué Él estaba esperándonos bajo un árbol. Me dirigí a mi árbol y, en cuanto me senté y empecé a orar, sentí que Jesús llegó y se sentó a mi lado. En ese momento, supe que recibiría lo que buscaba.

Al día siguiente, mi visión mejoró solo un poco, pero esa noche, mientras oraba en el altar, sentí que Él descendió y una dulce paz me inundó. Al final del servicio bautismal, miré hacia el cielo y vi una estrella fugaz por primera vez; me convencí de que había sanado. Luego, el día de las competencias, estaba preocupada debido a que mi percepción de profundidad era nula, pero jugué bien todo el día y mi equipo terminó ganando. Creo que yo era la más feliz del equipo, pues supe que estaba sana.

Todavía uso lentes de contacto, pero ¡sigo reclamando mi sanidad!

Dios los bendiga,

Una hermana en Cristo de 14 años


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